Impacto de las políticas internacionales en Argentina
El deterioro en el contexto internacional comienza a impactar sobre los emergentes. La fragilidad de los fundamentos económicos y las preocupaciones por defaults soberanos aumentaron las probabilidades de un panorama global más negativo. En este escenario, un menor crecimiento de EE.UU. y Europa impactaría negativamente en el volumen de comercio internacional, con efectos adversos sobre China e India, que exportan gran parte de su producción a economías avanzadas, situación que no resulta inocua para el resto de los emergentes. Por otra parte, la aversión al riesgo generada por las turbulencias financieras viene afectando negativamente los flujos de capitales hacia economías en desarrollo, con impacto en sus bolsas y monedas en las últimas jornadas, sumadas a un quiebre la tendencia alcista de los precios de los commodities.
Argentina no se encuentra desacoplada del frente externo, sobre todo por la vía comercial. Un estancamiento en el precio de los commodities afectaría la dinámica de las exportaciones locales, compuestas en más de un 50% por materias primas agrícolas y sus derivados.
Los productos del agro venían sosteniendo el alza de las ventas externas, casi exclusivamente por un efecto de mayores precios, arrastrando consigo a los ingresos fiscales.Dato clave es lo que pase con Brasil, principal cliente, hacia donde se dirigen el 40% de las exportaciones industriales y el 20% de las exportaciones totales, encontrándose dicho país mucho más expuesto que Argentina en términos financieros. Asimismo, otros potenciales perjudicados por un escenario global adverso y volátil serían los sectores del turismo, con más de la mitad de la afluencia de turistas proveniente de Brasil y Europa, además de las exportaciones de servicios (como el software), destinados mayormente a economías desarrolladas.
En materia financiera, la clave pasa por frenar la aceleración en la fuga de capitales. Sobre la incertidumbre típica del proceso pre electoral, se agregó el deterioro del frente externo. La fuga de capitales, que entre mayo y julio se ubicó cómodamente por encima de los USD 2.000 millones mensuales (duplicando sus niveles de comienzos de año), se aceleró en las últimas dos semanas, obligando al Banco Central a jugar fuerte para mantener el tipo de cambio estable. De reanudarse las turbulencias financieras, se volvería a estimular una ya elevada salida de capitales, con impacto en la demanda interna. De concretarse este escenario, que el 2011 finalice con una caída moderada de las reservas internacionales, algo negativo para la mayoría de los analistas hasta hace algunas semanas, hoy sería considerado como una buena performance. En suma, los actuales eventos no necesariamente derivarían en una recesión local, pero sí en un escenario de menor crecimiento y mayor incertidumbre.
En la actualidad, el proceso de globalización de la economía está generando en Argentina diversos procesos territoriales que señalan la necesidad de crear nuevas formas de organización del territorio más funcionales para el desarrollo de la producción con inclusión social y competitividad internacional, estos procesos territoriales emergentes son: formación de corredores bioceánicos, formación de nuevas regiones productivas, integración de regiones transfronterizas, demandas crecientes de infraestructura de telecomunicaciones, redes energéticas, redes generadoras de sinergias, nodos tecnológicos, nodos de servicios especializados, revalorización de los centros urbanos bien equipados, y revalorización de la infraestructura como factor necesario del desarrollo, y revalorización de la mano de obra especializada y calificada, entre otros.
Lo que impulsa un cambio que promueve el desarrollo social y económico, la solidaridad entre países, la equidad y la justicia y que alcanza una dimensión social y política insoslayable, siendo éste el nivel de análisis que la problemática requiere.
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